Reloj



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24 jul 2010

¡Qué divertido es comer!



El primer año de vida, clave para un crecimiento y un desarrollo adecuado


El primer año es el periodo de crecimiento y desarrollo más rápido en la vida del niño y cuando éste es más inmaduro y vulnerable. Por ello, es especialmente importante asegurarle una alimentación suficiente y adecuada, con el triple objetivo de satisfacer sus necesidades nutritivas, prevenir y /o tratar diversas situaciones patológicas y crear unos buenos hábitos alimentarios.

Las pautas nutricionales vienen marcadas por las recomendaciones e informes técnicos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Comité de Nutrición de la Academia Europea de Pediatría y el Comité de Nutrición de la Sociedad Europea de Nutrición y Gastroenterología Pediátrica (ESPGAN), y se adaptan a tres etapas bien diferenciadas:

Periodo lácteo


La leche es su único alimento, sea leche humana o artificial. Desde el nacimiento hasta los 4-6 meses aproximadamente. Durante este período, el lactante es capaz de succionar y deglutir, pero aún no ha desarrollado la capacidad de digerir ciertas proteínas y sus riñones no son capaces de soportar cargas osmolares excesivas (líquidos muy concentrados en partículas: sales minerales, glucosa...). 

El recién nacido no nace sabiendo mamar pero desarrolla esa capacidad en las primeras 48 horas de vida. El reflejo de succión tiene la máxima respuesta a los 20-30 minutos después del parto y debería ser aprovechado.

Periodo de transición


A partir del cuarto mes de vida.
En este periodo se van introduciendo con prudencia alimentos no lácteos, preparados de forma adecuada en consistencia y cantidad, para no alterar el ritmo de maduración digestiva y renal, así como el progresivo desarrollo neuromuscular. 

Esta etapa debe favorecer el desarrollo de los sentidos de modo que se puede pasar de succión a cuchara, lo que permitirá paladear mejor, y cambiar la textura, de líquido a triturado, y cuando ya tenga dientes a troceado.


Periodo de maduración digestiva
La alimentación se debe de adaptar a la capacidad digestiva y al estado de desarrollo fisiológico y neuromotor, haciendo paulatina la introducción de alimentos. 

La capacidad gástrica del recién nacido es de 10 a 20 mililitros (mL) y aumenta durante el transcurso de su primer año hasta los 200 mL, lo que va a permitir que el niño haga comidas más abundantes y menos frecuentes.


¿Cómo puedes asegurar que los niños están comiendo los alimentos correctos?


Comienza con buenos hábitos alimenticios.


Los niños de corta edad necesitan tres comidas regulares más uno o dos bocadillos. Planifica el horario de los bocadillos de tal forma que no queden demasiado cerca de los horarios de las comidas principales. Escoge bocadillos de los cinco grupos alimenticios señalados en la Pirámide Guía de los Alimentos.


Enseña buenos hábitos alimenticios con el ejemplo. Disfruta las comidas con tus hijos. Ellos aprenderán de ti cómo y qué comer. ¡Tus hábitos alimenticios saludables harán que tú también seas más saludable!


Porciones para niños


Sirve porciones pequeñas a los niños de corta edad, si se quedan con hambre ellos pedirán más comida. Ofréceles nuevos alimentos en porciones aún más pequeñas, como una o dos cucharadas.

Ayuda si tienes niños quisquillosos para comer.
Con frecuencia los niños quieren comer el mismo alimento comida tras comida, este comportamiento se conoce como "manía por un alimento". Por lo general, esta manía por un alimento no dura lo suficiente para perjudicar la salud del niño; si se trata de un alimento saludable, los padres pueden permitir que el niño lo siga comiendo hasta que se le pase la manía.

Es posible que los niños de corta edad coman menos un día y más al día siguiente, el apetito de los niños depende de su crecimiento y nivel de actividad. Si consideras que el niño está comiendo muy poco o demasiado, consulta a tu médico o dietista.

Utiliza la Pirámide Guía de los Alimentos para Niños de Corta Edad.
Esta pirámide especial te ayudará a enseñar a tus hijos qué deben comer para crecer y mantenerse saludables. En esta pirámide se muestran los alimentos que los niños conocen y disfrutan.

Ofrece a los niños de corta edad una variedad de alimentos de los cinco grupos alimenticios. Cada grupo proporciona algunas de las sustancias nutritivas y la energía que los niños necesitan. 
Para crecer y ser saludables, los niños necesitan comer diferentes alimentos cada día.

Desayuno e infancia


El desayuno es la primera comida del día, la más importante, pero también la más descuidada en muchos hogares.

Un estudio realizado recientemente por la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) en colaboración con Sodexho revela que el 12% de los niños españoles no desayunan habitualmente y sólo un 30% lo hace de manera correcta. 

Por sexos, las chicas entre 12 y 16 años son las que más se aplican a la hora del desayuno.

Del estudio se desprende también que los productos preferidos por los niños españoles son la leche (91%), seguida muy de cerca por las galletas y los cereales. Estos datos reflejan la necesidad de inculcar a los más pequeños de la casa la necesidad de cambiar este hábito, no sólo por sus necesidades de crecimiento, sino porque de este modo estaremos previniendo enfermedades que se originan en la infancia y que pueden –no tiene por qué ocurrir– salir a la luz durante la edad adulta.

Evita desayunar de pie y dedica al menos quince minutos a la primera comida del día.

Otro aspecto a tener en cuenta en los desayunos de los más pequeños es que la mayoría de los chavales se lo saltan en favor del almuerzo o la merienda. Entonces, el problema que subyace es el ayuno prolongado, y es que transcurren demasiadas horas sin haber probado bocado (¡desde la cena!). 

Muchos comedores escolares han comenzado a servir desayunos para paliar esta carencia.

http://ideasana.fundacioneroski.es/web/es/15/desayunos/


Un consejo es que los pades desayunen con sus hijos, ya que estos lo harán mejor. Hay que dedicar unos 20 minutos al desayuno, sobre todo hay que evitar bollerías y sustituirlo por leche o lácteos, frutas y cereales.



Pirámide alimenticia:





PÁGINA DE INTERÉS PARA PADRES:


http://www.naos.aesan.msc.es/naos/ficheros/investigacion/publicacion2limentacionNinios.pdf

23 jul 2010

Educar ¿a padres? o ¿a hijos?


Tratar con niños pequeños puede causar estrés, especialmente cuando los padres son primerizos. La mayoría de los padres no están equipados con los conocimientos y habilidades sobre la forma correcta de disciplinar un niño.


La edad de los dos años se conoce como “los terribles dos” ya que es cuando los niños empiezan a hacer berrinches. La mayoría de los “terribles dos” pueden entender más palabras de las que pueden hablar. Por lo tanto, a pesar de que ya saben hablar, siguen teniendo dificultades para expresarse con palabras. Cuando los padres no entienden lo que el niño está diciendo, tendrá como resultado los berrinches. Este escenario ocurre normalmente, pero los padres pueden aprender ciertas habilidades de comunicación para disminuir los problemas de conducta del niño.

Los padres deben escuchar adecuadamente a su niño.
Cuando hable con su hijo, siempre hable en términos positivos en lugar de palabras negativas. En lugar de decir “Basta de hacer eso”, es mejor decirle lo que usted quiere que haga. Por ejemplo: “ve a jugar pelota al patio”.
Gritar no es una manera efectiva de hablar a los niños pequeños. Los padres sólo deben elevar su voz cuando es absolutamente necesario.
Otro problema de disciplina se presenta a la hora en que los niños pequeños van a cambiar de actividad. Cuando esto sucede hay que darles un aviso. Generalmente cuando los niños están en el parque y los padres dicen “ya nos vamos”, el niño se va a resistir. Pero si los padres le dicen “cinco minutos mas y nos vamos” el niño estará preparado a que ya se va a ir.

Para tratar con niños hay que tener paciencia, poseer una amplitud verbal ala hora de comunicarnos con ellos, ser receptivos con lo que no muestran, tener motivación en su educaciónn, tener un poco de tiempo disponible solamente para ellos, entre otras cosas.



TÉCNICAS DE RELAJACIÓN PARA NIÑOS Y ADULTOS
Reflexologia-> masaje o estimulación por medio de presión de los dedos, buscando restablecer la salud por el despertar vital que la acción a unas zonas ejerce en otras, son zonas de simpatía. 


Los puntos de tratamiento permiten inducir relajación en areas especificas, fomentar el fluido de vitalidad adecuado a traves de los meridianos o canales de energía, asi como activar los propios mecanismos del cuerpo al estimular los puntos, el cerebro registra y capta la presion enviando una respuesta adecuada para corregir la malfuncion o alteración en la zona especifica.

A traves del masaje a bebes, niños y jóvenes se establece un mayor contacto fisico con ellos, mejorando la relacion e intercambio de afecto y una oportunidad para establecer comunicación que les permita desahogarse en forma amena y espontanea, fomentadoles la confianza.


http://www.holistica.com.mx/masajes.html

Musicoterapia-> La musicoterapia hace uso de sonidos, trozos musicales y estructuras rítmicas para conseguir diferentes resultados terapéuticos directos e indirectos a nivel psicológico, psicomotriz, orgánico y energético.
Dentro del marco general de la musicoterapia existen muchas tendencias, escuelas y direcciones de aplicación.



Existe por ejemplo, la musicoterapia ambiental, encargada de diseñar espacios sonoros amables, acogedores y tranquilizantes en salas hospitalarias y lugares de concentración pública.


Existe la MIT (Terapia de Entonación Melódica), desarrollada en el hospital de veteranos de Boston, importante centro de investigación neuropsicológica, para ayudar a recuperar el habla a enfermos que por causas diferentes (tumorales, circulatorias), la han perdido. A nivel de estimulación psicomotriz temprana y dentro de los programas educativos regulares y especiales, se utiliza ampliamente la musicoterapia como facilitadora del aprendizaje e inductora de la coordinación.http://www.enbuenasmanos.com/articulos/muestra.asp?art=24

VÍDEO DE MUSICOTERAPIA




Técnica de relajación para adultos->

1. Siéntese tranquilamente en una posición cómoda, con los ojos cerrados. Si lo prefiere puede ser acostado.

2. Respire profunda y lentamente y relaje los músculos de la cara, el cuello, los , hombros, la espalda, el pecho, el estomago, las nalgas, , las piernas, los brazos y los pies.

3. Preste atención la respiración. Una vez que haya logrado concentrarse en la respiración empiece a decir ‘’uno’’ (o cualquier otra palabra o frase) en voz baja o alta, cada vez que suelte el aire. Si es necesario en lugar de usar una palabra puede utilizar una imagen placentera. Lo importante es no distraerse o ponerse a pensar en otra cosa. En este momento solo existe usted y el trabajo que realiza para sentirse mejor.

4. Cada vez que aparezca un pensamiento que lo distraiga, déjelo pasar, como pasan las nubes en el cielo. No se aferre. Trate de permanecer en este estado de 10 a 20 minutos.

5. Quédese en la misma posición hasta que este listo para abrir los ojos. Hágalo lentamente, tómese todo el tiempo que necesite. Estírese, desperécese.

6. Observe como ha cambiado su respiración y su pulso

No se preocupe si no logra relajarse profundamente. Lo importante de este ejercicio es permanecer en calma y no dejar que sus pensamientos o preocupaciones lo distraigan. Concéntrense en la técnica. Cuando tenga la rutina establecida le resultará mucho mas sencillo, placentero y efectivo.http://www.enplenitud.com/nota.asp?notaid=3614

Ejercicios de relajación para niños->



•Respiración: tomar aire y llevarlo hasta el abdomen hasta que se infle como un globo, contar hasta tres y expulsar el aire contando mentalmente nuevamente hasta tres.


•Ídem ejercicio anterior, pero colocar las manos en el abdomen para que sienta como se expande y contrae.

•Tensión-Relajación: sentado en una silla, extender ambas piernas poniéndolas en tensión, contar hasta cinco, y luego relajar llevándolas a la posición inicial suavemente. Se puede hacer lo mismo tensando diferentes partes del cuerpo.

•Acostado: de espaldas, tensar todo el cuerpo a la vez, contar hasta cinco, relajar todo el cuerpo hasta que se sienta que se hunde en el piso.

http://www.innatia.com/s/c-gimnasia-infantil/a-relajacion-para-ninos.html




Fantasías infantiles




La fantasía, al igual que el pensamiento, es uno de los procesos cognoscitivos superiores que nos diferencia de la actividad instintiva de los animales irracionales.

Aparte de constituir uno de los elementos vitales que permitió al hombre sobrevivir en medio de la naturaleza salvaje, es un don que deben cultivar los individuos, puesto que sin ella sería más difícil reformar o transformar la realidad insatisfactoria y alcanzar un desarrollo humanístico y tecnológico en provecho de la colectividad. 

Forma parte de nuestro cerebro, desde el instante en que la usamos como mecanismo de supervivencia, para descubrir nuestra situación existencial, contemplar el mundo desde otras perspectivas, estimular nuestras posibilidades creativas y satisfacer los deseos no cumplidos.


Consideraciones sobre la fantasía infantil


Bruno Bettelheim, en su investigación psicoanalítica de los cuentos de hadas, encontró en la trama un alto valor estético y terapéutico, capaz de desencadenar las ataduras neuróticas y ayudar a los niños a solucionar sus angustias y conflictos emocionales. 

Sin embargo, ya mucho antes que Bettelheim diera a conocer su "Psicoanálisis de los cuentos de hadas.Tanto el juego como el arte ayudan al individuo a soportar una realidad apuntalada de conflictos emocionales y contradicciones sociales.

La ocupación favorita y más intensa del niño es el juego. El niño distingue muy bien la realidad del mundo y su juego, a pesar de la carga de afecto con que lo satura, y gusta de apoyar los objetos y circunstancias que imagina en objetos tangibles y visibles del mundo real. Este apoyo es lo que aún diferencia el 'jugar' infantil del 'fantasear' (...)

El poeta hace lo mismo que el niño que juega: crea un mundo fantástico y lo toma muy en serio; esto es, se siente íntimamente ligado a él, aunque sin dejar de diferenciarlo resueltamente de la realidad (...). Cuando el niño se ha hecho adulto y ha dejado de jugar; cuando se ha esforzado psíquicamente, a través de decenios enteros, en aprehender, con toda la gravedad exigida, las realidades de la vida, puede llegar un día a una disposición anímica que suprima de nuevo la antítesis entre el juego y la realidad. El adulto puede evocar con cuánta gravedad se entregaba a sus juegos infantiles y, comparando ahora sus ocupaciones pretendidamente serias con aquellos juegos pueriles, rechazar el agobio demasiado intenso de la vida y conquistar el intenso placer del humor (...) El hombre que deja de ser niño, en lugar de jugar, fantasea. Hace castillos en el aire; crea aquello que denominamos ensueños o sueños diurnos" (Freud, S., 1984, p. 10-11).

De modo que la actividad de la fantasía es la creación artística, los sueños diurnos y el ingenioso juego de los niños, especialmente el "juego de roles", a través del cual los niños representan el rol profesional y familiar de los adultos. Así, en su deseo de ser adulto, el niño juega a ser mayor, imitando en el juego lo que de la vida de los mayores ha llegado a conocer. Pero no tiene motivo alguno para ocultar tal deseo, como ocurre con el adulto, quien, sujeto a las normas lógicas y racionales de su entorno, se avergüenza de sus fantasía. El niño representa una serie de personajes en su proceso de socialización, independientemente de cual sea la reacción de su entorno. 

El niño imita el ladrido del perro y representa a los personajes del cine y la televisión. En su mundo fantástico todo es posible: la hormiga habla con voz humana, el árbol corre por las praderas y las piedras levantan vuelo como los pájaros. El niño, a diferencia del adulto, no tiene por qué avergonzarse ni ocultar sus fantasías a los demás.

El juego es una de las actividades principales del niño en el periodo preescolar, porque le permite desarrollar sus facultades sociales e imaginativas, en virtud de que "la situación imaginada es elemento indispensable del juego y es una transformación libre, no limitada por las reglas de la lógica y por las exigencias de que debe parecer real, de la reserva de representaciones acumulada por el niño. Los juegos con personajes que ofrecen rico alimento a la imaginación infantil permiten al niño profundizar y consolidar cualidades valiosas de la personalidad (valentía, decisión, organización, ingenio, etc.), confrontando su conducta y la conducta ajena en la situación imaginada y con la conducta del personaje imaginado, el niño aprende a realizar las necesarias evaluaciones y comparaciones" (Petrovski, A. 1976, p. 329-330).

La fantasía, que emerge de lo concreto y no de lo abstracto, hace que el niño invente y modifique su entorno. Del mismo modo, los niños, por medio de su imaginación inagotable, transforman la realidad en la que viven, sobre todo, si se piensa que toda actividad fantástica en ellos es reproducción, herencia o imitación de su experiencia anterior; de acciones y situaciones observadas, sentidas u oídas en la naturaleza y en el mundo adulto. La prueba está en que un niño puede tenderse sobre el césped e imaginarse que las nubes son monstruos surcando el espacio o, estando sentado en una caja cualquiera, imaginarse que es un pirata a bordo de una nave que se mece en alta mar, asediado por ballenas y tiburones.

La fantasía no es un privilegio reservado sólo para escritores y pintores, sino una facultad humana que ocupa un primer lugar en la vida mental de los niños, quienes son una especie de primitivos que recurren a la imaginación para compensar su falta de capacidad cognoscitiva.
Una de las constantes del poder de la fantasía es que los niños, mejor que nadie, gozan con las aventuras de la imaginación, con esos hechos y personajes que los transportan hasta la sutil frontera que separa a la realidad de la fantasía, pues todo lo que es lógico para el adulto, puede ser fantástico para el niño, y lo que al adulto le sirve para descansar, al niño le sirve para gozar. 

El niño, a diferencia del adulto, ve en el realismo un mundo lleno de magia y ficción, como dijera la psicóloga italiana Paula Lombroso: "Todas nuestras distinciones doctas y sutiles entre el reino animal, vegetal y mineral, entre cosas animadas e inanimadas, no existen para los niños" (Lombroso, P., 1923, p. 142).




Fantasía, animismo y mentira


Por la importancia que reviste la imaginación en los niños, los psicólogos han dividido la evolución de la fantasía en etapas:
  1. Es el paso de la imaginación pasiva a la imaginación activa y creadora; 
  2. "Animismo", es la etapa en la cual el niño atribuye conciencia y voluntad a los elementos inorgánicos y a los fenómenos de la naturaleza. La fantasía del niño tiene tanto poder que es capaz de dotarle vida al objeto más insignificante. Por ejemplo, los de edad preescolar, al margen de personificar las funciones cotidianas de ciertos individuos del conglomerado social, pueden también personificar las letras del abecedario, decir que la letra "a" es una señora gorda y la "i" un caballo con sombrero. Los objetos no son los mismos, sino algo de ellos mismos y de cualquier otra cosa. La muñeca y también una pequeña niña; la silla es una silla y también un coche, un vagón de ferrocarril un vapor; el bastón es también un bastón y un caballo, el propio cuerpo de un cuerpo humano y en ocasiones también el cuerpo de una bestia. Nada es sino que lo parece ser y las cosas sin fin y los seres pasan de un estado a otro, sin que uno pueda asirse de nada, sin que nada parezca estable, inmóvil, en este mundo irreal hecho de luz y de sombra" (Cousinet, R., 1911).
  3. En la tercera etapa, el niño imagina a personajes sobrenaturales cuyas hazañas lo seducen y sugestionan. "Empieza a darse cuenta de la complejidad del mundo con el arribo a esta llamada edad de la imaginación, que coincide con la entrada en la 'edad de la razón' (...) En este momento su interés se vuelve hacia los cuentos folklóricos primitivos, llamados a veces en un sentido genérico, cuentos de hadas, que los transportan al reino de lo fabuloso" (Elizagaray, M-O., 1975, p. 30). 
Su imaginación galopante crea personajes esotéricos, unas veces bellísimos y otras horribles, de su temor surgen las hadas y los duendes, que lo protegen y lo amenazan. Por eso, los mitos y las leyendas son productos genuinos de la expresión íntima del hombre primitivo, y que en su forma más sencilla encanta y sobrecoge al niño, en esta etapa también primitiva de su vida. Además, en este período entra en contacto con la escuela, el maestro y la literatura, que lo conducen de la mano por un mundo lleno de fantasía y misterio.

La fabulación del niño no tiene nada que ver con la mitomanía del adulto. Para el niño es normal trocar la realidad en fantasía y la fantasía en realidad; la mentira en el adulto, en cambio, es una alteración de la verdad de manera voluntaria y consciente.

Amigos imaginarios



Es normal que sobre los 2 o 3 años de edad, que algunos seres, amigos, o héroes imaginarios, aparezcan e invadan el día a día de los niños. 

Muchos niños empiezan a desarrollar un mundo de fantasía paralelo a la realidad en que viven. Si tu hijo está pasando por esta etapa, no te asustes ni te preocupes, porque es normal.

Este nuevo universo de superhéroes, de monstruos, de fantasmas, de hadas y de otros amigos, ayudará a tu hijo a crecer y a desarrollar sus emociones y creatividad. Le ayudará a expresar sus miedos, sus alegrías, sus inquietudes, y sus más profundos deseos.

Los niños son conscientes del mundo real, pero a esas edades todavía les cuesta asimilarlo y aceptarlo tal como es. Es la etapa del pensamiento mágico de los niños. El amigo imaginario puede ser un osito de peluche, un soldadito, etc. Son amigos que pasan a tener vida, a conversar, jugar y a pelear con los niños. 

A través del amigo imaginario los niños:

- Liberan sus sentimientos positivos y negativos

- Proyectan sus conflictos, miedos y fobias delante de nuevas situaciones, como la de tener que abandonar el pañal, ir a la guardería o al parvulario, a cambiarse de casa, o a tener que enfrentar algún reto o realidad diferente.

- Adquieren más confianza en si mismo. En su "lógica", si su amigo imaginario consigue vencer al mal, él también es capaz de hacerlo.

- Se sentirán más fuertes, y capaces. Y eso favorecerá a su auto-estima.

- Controlarán mejor sus emociones.

- Entienden de mejor manera el punto de vista de la otra persona, en este caso, lo de su amigo imaginario.

- Desarrollan habilidades sociales.



¿Qué deben hacer los padres?



Aunque el mundo y el amigo imaginario de tu hijo parezcan graciosos, no debes participar, ni estimular, ni tampoco reprimir a los niños para que sigan jugando y conversando con su amigo. 

Si tu hijo tiene un amigo imaginario, es aconsejable que lo observe discretamente, más que nada para sacar de sus conversas con el amigo, alguna necesidad o deseo emergente, y saber si su amigo es bueno o malo. Jamás le regañe por esta imaginación. Eso puede herirle a tal punto que evitará charlar con su amigo delante de ti. Controla el tiempo que tu hijo está con su amigo diariamente. Conviene que tu hijo también tenga tiempo para jugar con otros niños, y con sus padres.

Los padres de niños con amigos imaginarios también deben aumentar la vigilancia hacia el niño mientras juega con su amigo. Deben aumentar los cuidados con las ventanas y con objetos que ofrezcan algún riesgo.Los niños querrán volar como spiderman y las niñas ceer que tienen poderes como las hadas winx, por ejemplo.

Si se convierte en una preocupación



Cuando los niños se adentran en este mundo de fantasía e imaginación, los padres solo tendrán razones para preocuparse si su hijo se agarra al amigo imaginario a tal punto que lo impida cumplir con sus tareas y compromisos cotidianos, o que vean que su hijo ya no desea tener amigos reales para jugar y relacionarse.

Además, si notan que el hijo se ha vuelto retraído o ha adquirido comportamiento agresivo a causa de un amigo imaginario violento, deberán buscar ayuda y apoyo de un especialista. Situaciones como esas podrían generar otros problemas. Por lo demás, no existen razones para alarmarse. Del mismo modo en que llegan los amigos imaginarios, se van y desaparecen con el tiempo. 

Es una etapa que suele finalizar por vuelta de los 7 u 8 años de edad. En cada niño se dará una situación distinta.

http://www.guiainfantil.com/1103/los-amigos-imaginarios-de-los-ninos.html

22 jul 2010

Malas costumbres

El mal hábito puede ser apenas una forma que el niño tenga de expresar algo que le esté molestando.


¿Cómo un niño adquiere un mal hábito?

Existen algunos motivos por los que un niño empieza a repetir una mala acción. Una de las vías para adquirir un mal hábito es la imitación. Los niños, principalmente los más pequeños, aprenden imitando.

En casa, los niños imitan a sus padres y/o hermanos. En la escuela, a sus compañeros. Si el niño, no todos, convive con alguien que guiña los ojos a cada tres por cuatro, es probable que con el tiempo llegue a imitarlo e inconscientemente se inicia un hábito. Lo mismo ocurre si los padres de este niño están diciendo palabrotas todo el día. ¿Cómo querrán ellos que su hijo no aprendan lo mismo? Hay que introducir buenos hábitos en la vida de los niños, y todo empieza en la familia, en la casa.

Otra vía de adquisición de un mal hábito puede tratarse de señales que el niño emite cuando no encuentra ni tiene palabras para expresar lo que siente o lo que le preocupa. Acaban comunicándose a través de alguna mala costumbre. En niños mayores, lo mismo puede pasar si ellos no encuentran diálogo en la familia, o no son entendidos por sus padres. Acaban adquiriendo un mal hábito para llamarles la atención. Es probable que, en estos casos, el niño se desahogue en una mala acción que se convertirá, en muchos casos y con el tiempo, en un mal hábito.


Vídeo sobre malos hábitos



Muchas veces algunos de los malos hábitos que pueden tener los niños y niñas son el desperdicio de la comida, por ello los vídeos educativos deben ser grandes aliados nuestros, ya que los infantes mediante su visalización interiozan fácilmente y de forma amenizada sus ideas básicas y necesarias.


http://www.guiainfantil.com/educacion/malascostumbres/indice.htm

¿Tan pequeño y maniático?


Pues sí, un niño también sufre obsesiones y manías.

Las obsesiones son ideas o pensamientos repetitivos, inquietantes, desagradables y no deseados, que surgen reiteradamente y de forma incontrolable en la mente del niño, causándole un temor persistente y un alto grado de ansiedad.
Las conductas obsesivo-compulsivas pueden manifestarse en cualquier edad. 

Las más frecuentes en la infancia son:

  1. Lavado o preocupación por coger enfermedades
  2. Las conductas repetitivas para acostarse o vestirse
  3. A la hora de dormir necesitan que se le vuelvan a contar las historias y los cuentos ya conocidos, ya que esto los ayuden a estabilizar sus expectativas y la comprensión de su mundo.

Los niños en el colegio suelen desarrollar rituales en grupo cuando aprenden a jugar, a hacer deportes en equipo. Los niños más mayores y los adolescentes comienzan a coleccionar objetos y a desarrollar actividades favoritas. Son síntomas transitorios asociados al desarrollo, a la autoafirmación y a la constitución como sujeto.






Cuando el niño sufre de obsesiones y compulsiones

Se considera que los niños tienen un Trastorno cuando estas manías, obsesiones y compulsiones ocupan tanto tiempo al día, que les impiden el funcionamiento diario normal, e interrumpen de modo significativo sus actividades cotidianas.

Cuando los niños no pueden hacerlo sufren una ansiedad desmedida, que ellos manifestarán en llantos, gritos, tirones de pelo, conducta agresiva con sí mismo o hacia los demás, etc.
En el Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) en niños predominan los comportamientos compulsivos frente a los pensamientos obsesivos.


Diagnóstico y tratamiento del trastorno obsesivo-compulsivo 


El diagnóstico precoz de la enfermedad así como la aplicación de un tratamiento especial cuando se observan los primeros síntomas contribuye a aumentar la calidad de vida del niño y a prevenir que el trastorno se desarrolle a un estado más serio.

Para poder realizar el diagnóstico es muy importante el apoyo y la implicación de los padres.Para calmar la ansiedad provocada por el pensamiento obsesivo, se realiza la compulsión. 

Una compulsión es un comportamiento ritualizado que se lleva a cabo durante mucho más tiempo de lo normal, de forma repetitiva y sin interrupción.El tratamiento del TOC más efectivo y recomendable sería combinar la terapia psicológica y medicamentos. El tratamiento psicológico incluye técnicas cognitivas y conductuales:

- Las técnicas cognitivas ayudan al niño a identificar y comprender sus miedos y a aprender nuevas formas de resolverlos o disminuirlos sin sentir la ansiedad que le provocaban y le llevaban a la compulsión como evitación;

- Las técnicas conductuales ayudan al niño y a sus familias a hacer contratos o poner pautas para limitar o cambiar comportamientos.

Los medicamentos que se usan para tratar el TOC son inhibidores selectivos de la reabsorción de la serotonina que sirven para paliar los pensamientos obsesivos y por lo tanto mejorar las conductas compulsivas; y siempre deben ser indicados y tomados bajo supervisión del pediatra.Los padres juegan un papel de apoyo vital en cualquier proceso de tratamiento apoyando al niño en todas las etapas del trastorno y de su tratamiento.



21 jul 2010

Pesadillas y terrores nocturnos



¿Qué son las pesadillas?

Son sueños que producen miedo. La mayoría de los niños las tienen de vez en cuando.

La mayoría de pesadillas ocurren muy tarde en el período de sueño; usualmente entre las cuatro y las seis de la mañana. Su niño puede que se levante y vaya con usted para que lo reconforte. 

Generalmente, él o ella será capaz de decirle qué pasó en el sueño y por qué el sueño le produjo miedo. Puede que su niño tenga dificultad para volverse a dormir. Su niño podría tener el mismo sueño nuevamente otras noches.

¿Qué son los terrores nocturnos?
Algunos niños tienen un tipo diferente de sueño de miedo, llamado "terror nocturno". Los terrores nocturnos en los niños se presentan durante el sueño profundo; generalmente entre la una y las tres de la mañana.

Un niño que está teniendo un terror nocturno con frecuencia se despertará gritando. Es posible que él o ella esté sudando y respirando aceleradamente. Las pupilas de su niño (el centro del ojo de color negro) pueden verse más grandes de lo normal. En este momento, su niño aún puede estar dormido con los ojos abiertos. Él o ella estará confundido y podría no contestarle cuando usted le pregunta qué le sucede. Es probable que le sea difícil despertar a su niño. Cuando su niño se despierte, generalmente no recordará lo que pasó. Los niños que tienen terrores nocturnos puede que también sean sonámbulos (caminan dormidos).

¿Hasta cuando duran?

Las pesadillas y los terrores nocturnos no suceden tanto a medida que los niños crecen. Con frecuencia, las pesadillas y terrores nocturnos desaparecen por completo cuando su niño alcanza la adolescencia. Sin embargo, algunas personas, especialmente las personas que tienen una imaginación muy activa y que son creativas pueden seguir teniendo pesadillas y terrores nocturnos cuando son adultas.

¿Cuándo tomar medidas?

Las pesadillas y terrores nocturnos en los niños usualmente no son causadas por enfermedades mentales o físicas. Con frecuencia ocurren después de un suceso físico o emocional que resulta estresante. 
En los primeros seis meses después del suceso, un niño podría tener pesadillas mientras se está acostumbrando a lo que ocurrió durante ese suceso. Si las pesadillas siguen ocurriendo y perturban el sueño de su niño, pueden afectar el funcionamiento de su niño durante el día. Pregúntele a su médico si un tratamiento podría serle o no de ayuda a su niño.

Si su niño tiene terrores nocturnos, hable con él o ella de manera calma y suave e intente hacerlo regresar a la cama. No le grite ni sacuda a su niño.

Los terrores nocturnos y el sonambulismo requieren que usted proteja a su niño mientras el duerme. 
Asegúrese de que su casa sea segura; en las escaleras, use puertas de seguridad para niños, y no ponga a dormir en camas cuchetas (literas o camarotes) a niños que tienen pesadillas o terrores nocturnos con frecuencia.
Hable con su médico si su niño alguna vez se lastima mientras duerme. Es posible que el médico quiera estudiar a su niño mientras el niño duerme.

Orientaciones para devolver al niño a su cama:1. Si el niño va hasta la habitación de sus padres, hay que hacerle volver a su cama y meterlo en ella sin demasiadas contemplaciones. Los padres han de ser firmes.


2. Se puede utilizar la "táctica de los apretujones", la finalidad es hacer que el niño se sienta incómodo en la cama ajena y que la suya vaya siendo más atractiva. Consiste en empujarle hacia fuera de la cama, dejándole cada vez menos espacio en la cama, apretujarle sin hacerle daño, darle una patada suave,...



3. Utilizar recompensas por el hecho de dormir solo o los progresos hacia esa meta. Asegúrese de expresar lo orgulloso que se está de él y que es un "chico mayor". Préstele una atención especial y sea cariñoso con él durante el día.



4. Hacer su habitación más atractiva, no significa redecorarla sino cambiar algunos aspectos y que el niño sea participe de ellos.



5. Establecer un horario regular de sueño.



6. Antes de dormir contarle algún cuento. Se le puede contar alguno relacionado con el problema.



7. Se puede utilizar un contrato en el que tendrá algún premio por dormir en su habitación, se marcará en un almanaque los días que ha tenido éxito, acordando previamente el premio a final de mes, si se comienza con refuerzos continuos pasar poco a poco a refuerzos intermitentes.

Causas

Los terrores nocturnos están provocados por una hiperactivación del sistema nervioso central (SNC) durante el sueño. Esto puede ocurrir porque el SNC (que regula la actividad cerebral durante el sueño y la vigilia) todavía está madurando. Algunos niños heredan una tendencia a esta hiperactivación; aproximadamente el 80% de los niños que tienen terrores nocturnos tienen un pariente que también los experimentó o bien que sufrió de sonambulismo (un tipo similar de trastorno del sueño) durante la infancia.

Los terrores nocturnos se han descrito en niños que:

•estaban muy cansados, enfermos, estresados o fatigados
•estaban tomando un medicamento nuevo
•dormían en un entorno nuevo o lejos de su casa.

Los terrores nocturnos son relativamente poco frecuentes —solamente afectan a entre el 3 y el 6% de los niños, mientras que prácticamente todos los niños tienen alguna pesadilla de vez en cuando.


http://familydoctor.org/online/famdoces/home/children/parents/common/common/566.html
http://kidshealth.org/parent/en_espanol/emociones/terrors_esp.html

Traumas en los niños



CÓMO AYUDAR A LOS NIÑOS A ENFRENTAR PROBLEMAS GRAVES O TRAUMAS
Los desastres son desconcertantes para todas las personas que se ven afectadas. Los niños, las personas de edad avanzada y las personas con incapacidades corren un riesgo mayor de trauma. Los niños pierden de forma temporal su visión del mundo como lugar seguro y predecible. Tienen miedo de que lo sucedido vuelva a ocurrir y de que ellos o su familia se lesionen o mueran. A la mayoría de los niños les resulta
difícil entender el daño, las lesiones y las muertes que pueden surgir de un hecho inesperado o incontrolable.

El modo en que un padre o adulto reacciona ante un niño (o niña) después de un acontecimiento traumático puede ayudar a que los niños se recuperen más rápido y de forma más completa.

Reacciones de los niños
Aunque a los adultos les puede parecer exagerados, el miedo y la ansiedad de los niños son muy reales.

Los niños tienen miedo a lo desconocido. Tienen miedo a quedarse solos. Después de un desastre, es posible que comiencen a actuar como si tuviesen menos edad de la que tienen. Pueden reaparecer comportamientos que antes eran comunes como mojar la cama, chuparse el dedo, apegarse a los padres o tenerle miedo a gente que no conocen. Es posible que los niños mayores que se mostraban independientes ahora deseen pasar más tiempo con la familia. Tal vez aparezcan problemas a la hora de ir a dormir: pueden tener pesadillas, no querer dormir solos, tener miedo a la oscuridad o a quedarse dormidos o a permanecer dormidos.

Algunos niños expresarán su miedo mediante síntomas físicos como dolores de estómago o de cabeza o sintiéndose -enfermos-. Todos los niños pueden tener problemas para pensar. Se pueden distraer con facilidad, sentirse confundidos y desorientados y tener dificultad para concentrarse. Estas pueden ser reacciones a olores, objetos o actividades asociadas al trauma.
Es posible que el niño (o niña) no sea consciente de las causas de estas reacciones o los cambios de comportamiento. La ansiedad y el miedo de los niños son reales; no son demostrados a propósito.

Los niños de distintas edades reaccionan de forma distinta ante una situación traumática.
Del nacimiento a los 2 años. Al no poder hablar, los niños no pueden describir lo sucedido o sus sentimientos. Pueden recordar determinadas imágenes, sonidos u olores. Cuando crecen, estos recuerdos pueden surgir cuando es tán jugando. Es posible que los bebés se irriten con más facilidad, lloren con más
frecuencia y necesiten ser alzados y abrazados más seguido. Responderán a la atención que les ofrece un adulto.

Preescolar y jardín de infantes.

Ante un acontecimiento abrumador, los niños muy pequeños pueden sentirse indefensos, impotentes e incapaces de protegerse a sí mismos. Cuando la seguridad del mundo en que viven se ve amenazada, se sienten inseguros y tienen miedo. Los niños de esta edad no pueden entender el concepto de una pérdida permanente. Creen que las consecuencias se pueden revertir. 
Cuando juegan, recrean partes del desastre una y otra vez. Todas estas reacciones son normales.

El abandono es el miedo más grande de la infancia, por lo tanto, es necesario asegurar a los niños que se les cuidará y no se les abandonará.

Actividades para realizar en el hogar o la escuela juegos en los que pueden actuar, actividades concontacto físico, marionetas, artes y manualidades, cuentos, movimiento de músculos grandes (como los que se utilizan al jugar a la pelota).

Edad escolar (7 a 11 años).

Los niños de esta edad son capaces de entender el efecto permanente de unapérdida debida a un acontecimiento traumático. 
Se pueden preocupar por los detalles del desastre y pueden querer hablar sobre éste continuamente. Es posible que no se puedan concentrar en sus estudios y que sus notas bajen. Dado que son más maduros en su pensamiento, su entendimiento del desastre es más completo. Esto puede resultar en una amplia gama de reacciones: culpa, sentimientos de fracaso y enojo.

Los niños en edad escolar también pueden volver a repetir comportamientos de una edad más temprana. Al igual que en los niños pequeños, pueden surgir problemas para dormir. La ansiedad y el miedo que sienten puede expresarse en un aumento en las quejas de dolores físicos.

Actividades para realizar en el hogar o la escuela juegos en los que pueden actuar, marionetas, dibujo y pintura, compartir sus experiencias con el grupo, leer, escribir o dialogar.

Pre-adolescencia y adolescencia (12 a 18 años). 

Dentro de estas edades, los niños tienen una gran necesidad de demostrar a todo el mundo, y en particular a su familia y amigos, que tienen conocimientos y experiencia.

Cuando pasan por una experiencia traumática, necesitan sentir que sus compañeros comparten sus ansiedades y miedos y que estos sentimientos son apropiados. Dado que han sobrevivido el desastre es posible que se sientan inmortales. Esto puede llevar a que practiquen comportamientosimprudentes y hagan cosas peligrosas. Las reacciones de este grupo son una mezcla de reacciones del grupo de edad anterior y las reacciones de los adultos.

La adolescencia es un período en el que los niños se vuelcan hacia el exterior para entrar al mundo. Sin embargo, una experiencia traumática puede dar lasensación de que el mundo no es seguro. 
Los adolescentes también pueden volver a comportamientos de una edad más temprana. Pueden sentirse abrumados por reacciones intensas y ser incapaces de hablar sobre ellas con la familia.

CÓMO AYUDAR A LOS NIÑOS


En la familia
Rutinas. 

Mantenga las rutinas de la familia (comidas, actividades, hora de dormir) lo más normales posibles. Esto ayuda a niños de cualquier edad. También permite a los niños sentirse seguros y en control de la situación. Dentro de lo posible, los niños deben quedarse con las personas que sean más conocidas y con las que estén más cómodos.

Necesidades especiales. 

Acepte las necesidades especiales de los niños permitiéndoles depender un poco más de usted por un tiempo. Si lo necesitan, dé más abrazos, deje que tengan la luz encendida cuando van a dormir o que no duerman solos o que vuelvan a tener su osito o manta favorita, y muestre que no le importa que estén más apegados a usted.

Cobertura de los medios de comunicación. 

Después de un desastre, todas las personas quieren escuchar las últimas noticias sobre lo ocurrido. Sin embargo, los estudios de investigación sobre desastres indican que los mensajes o imágenes inesperadas que aparecen en televisión asustan y causan la reaparición de problemas relacionados con el estrés. 

Cualquier persona que ve la cobertura sobre el desastre puede convertirse en lo que se denomina una -víctima secundaria- y puede sufrir problemas emocionales y físicos. 
Es mejor no dejar que los niños vean la cobertura del desastre en las noticias.

Sentimientos y reacciones. 

Los niños expresan sus sentimientos y reacciones de formas distintas. Si usted acepta esto, puede hacer una diferencia en el modo en que sus hijos se recuperan del trauma.
Esto significa que tendrá que aceptar que algunos niños reaccionarán alejándose sin poder hablar del asunto, mientras que otros se sentirán intensamente tristes y enojados en algunos momentos y en otros, actuarán como si nada hubiese sucedido. 

Los niños suelen confundirse con respecto a lo ocurrido y a sus propios sentimientos. Sin embargo, no se sorprenda si algunos niños parecen no verse afectados por lo que vieron o escucharon. No todos tienen reacciones inmediatas; algunos tienen reacciones que aparecen días, semanas y hasta meses después y algunos nunca tienen una reacción.


Hablar sobre lo ocurrido


• Escuche y acepte los sentimientos de los niños.



• Dé respuestas sinceras, simples y cortas a sus preguntas.

• Asegúrese de que entienden sus respuestas y el significado que usted les quiere dar.

• Use palabras o frases que no confundan al niño (o niña) ni hagan que el mundo sea más aterrador

• Dé oportunidades a los niños para que hablen entre ellos sobre lo que pasó y cómo se sienten.

• Dé a los niños una explicación sincera si usted se siente tan enojado que no quiere hablar sobre lo que pasó. 


• Si los niños hacen la misma pregunta una y otra vez es porque están tratando de entender, tratando de encontrarle sentido a la interrupción y confusión en su mundo.


• Si un niño (o niña) se siente culpable, pídale que explique que pasó. Escuche con atención para ver si se siente responsable por algo. Explique la situación y recalque que nadie, en particular él o ella, podría haber evitado lo ocurrido.

• Deje que la escuela ayude. Los maestros pueden notar cambios en el comportamiento del niño  y responder para ayudarle a hacer frente a la situación.

• Tranquilice a su niño (o niña) diciendo, -Ya se acabó. Ahora haremos todo lo posible para mantenernos seguros. Juntos podremos ayudar a que las cosas vuelvan a la normalidad-.

• Esté atento para ver si los niños tienen preguntas y quieren hablar sobre el tema.

• Demuestre su cariño y apoyo. Los niños lo necesitan mucho en este momento.

CLASES DE TRAUMAS

- Muerte de un progenitor, hermano o hermana



- Padres infelizmente casados

- Enfermedad grave

- Ruptura del núcleo familiar

- Alcoholismo o drogadicción

- Problemas de tipo emocional

- Abuso infantil o abandono



http://www.educacioninfantil.com/displayarticle165.html

Compartir para recibir

El Compartir
Es común que los niños peleen por los juguetes, especialmente a los dos años de edad. Ahí es cuando empiezan a desarrollar su sentido de autonomía.

Los niños empiezan a aprender los conceptos básicos de compartir entre los 2 y 3 años, pero realmente empiezan a compartir entre las edades de 4 y 5 años.

Las expectativas de los padres

Los padres deberían esperar que sus niños actúen de maneras que sean apropiadas para su edad y temperamento:

Entre 1 a 2 años, los niños dicen “no” mucho, también ponen a prueba sus límites y se vuelven conscientes de cómo se sienten los otros.

Entre los 2 y 3 años, los niños pueden expresar cómo se sienten, comunicar lo que están experimentando, incluso pueden negociar y darse cuenta cuando se les está hablando de manera seria.

Entre los 3 y 4 años, los niños empiezan a entender qué significar esperar a su turno y pueden compartir mucho más. Empiezan a entender que otros niños también tienen sentimientos y derechos.

Entre los 4 y 5 años, los niños empiezan a disfrutar de los juegos en grupo. Hacen nuevas cosas y aprenden nuevos límites.

Los padres deben apoyar a sus niño para que sean independientes, comuniquen sus sentimientos y negocien.


Si los hermanitos no quieren compartir

Los padres deberían ser un ejemplo para los niños. Deben compartir y colaborar entre ellos para que sus niños lo puedan ver y aprendan de su ejemplo. 

Hágales saber que usted entiende sus sentimientos y enséñeles a negociar. Dígales que sí pueden hacerlo, y no que no pueden hacerlo, y sugiérales otras maneras de reaccionar. Por ejemplo, si tiran un juguete al piso, dígales que eso no es lo correcto, pero también elógielos cuando demuestren un comportamiento apropiado.

Cuando motive a los niños a compartir, los padres y adultos deberían usar un tono de voz calmado. Debe ser claro y apropiado para la edad para que los niños entiendan qué es lo correcto y qué no lo es. Los adultos también deberían reconocer sus sentimientos y deseos.

¿Por qué debemos reforzar el comportamiento apropiado cuando se trata de compartir?
Usted debería felicitar que sus niños compartan entre ellos, porque lo que se busca es que lo repitan, y además les empieza a enseñar sobre la socialización. Los adultos pueden hacer esto a través de actividades grupales.

El compartir es mucho más que sólo compartir objetos
Compartir es una manera de vivir en paz en una comunidad. Los padres deberían llevar a sus niños al parque, a la biblioteca u otros lugares donde ellos puedan ver a otros niños compartiendo, y así ellos se sentirán más motivados a compartir. Además, motivarlos a formar parte de un club los ayudará a empezar a socializar.

Para que los niños aprendan a compartir, tienen que tener muy claro el concepto de propiedad.

Es importante que los padres enseñen a sus hijos las ventajas que tiene que compartir. Los padres tienen que enseñarles a sus hijos que lo mejor que pueden hacer sus niños por los otros niños es incluirlos en su juego, ayudarles a que se relacionen con los demás niños y sentirse integrados.

Desde pequeños debemos ir transmitiéndoles valores como la generosidad, y educarles para que sepan desprenderse de lo material o para que sepan ponerse en el lugar del otro y saber cuáles son sus necesidades con el fin de poder ayudarle. De esta forma, estaremos contribuyendo a que nuestros hijos sean mejores personas.

Los padres somos un referente y todo lo que hagamos, lo querrán copiar.La imitación es un factor muy importante para el desarrollo del aprendizaje.

Consejos prácticos para enseñar a compartir
- El niño debe saberlo con tiempo. Los niños deben saber con antelación que algunos juguetes son para compartir con sus hermanos.

- Los padres deben ofrecer cosas para compartir o establecer turnos. Los padres deben ser previsores y planificar con anticipación las ocasiones en las que se espera que comparta.

- No debemos obligarles.

- Elogiarle.

VÍDEO DE COMPARTIR


Mediante canciones motivamos a los niños a iniciarse en la tarea que queremos inculcarles.

http://www.losninosensucasa.org/question_detail.php?id=702
http://www.pulevasalud.com/ps/subcategoria.jsp?ID_CATEGORIA=104167&RUTA=1-3-69-102031-104167

Celos y rabietas infantiles


Rabietas infantiles
¿ A qué edad se manifiestan? a los dos años.

En el caso de las rabietas de lo niños, hay que tener en cuenta que los pequeños, desde que nacen, comienzan a descubrir progresivamente que pueden ejercer el control sobre su cuerpo según su propia voluntad, capacidad que continúan experimentando entre los 14 y 18 meses, cuando más o menos empiezan a controlar los objetos que forman parte de su vida cotidiana.

Las rabietas se manifiestan, así, cuando el niño va creciendo y acumulando niveles de frustración a medida que se percata de que no puede realizar todo lo que le gustaría hacer.

Situaciones que provocan rabietas(Nuria Otero Tomera):

El niño tiene una necesidad básica (hambre, sed, sueño…) que o bien no estamos viendo o bien, aunque la veamos, no podemos satisfacer en este momento

Imaginemos a un niño de 3 años con hambre, en coche, camino a casa y en un atasco… aunque sepamos que tiene hambre y lo comprendamos, probablemente no podamos solucionar el problema; lo más habitual será una rabieta por parte del niño… ¿qué haremos? ¿reñirle por tener hambre? ¿reñirle porque llora? ¿gritarle?… nada de lo que hagamos le saciará el hambre).



El niño tiene información insuficiente o equivocada de la situación en la que nos encontramos. 

O bien pensaba que íbamos a quedarnos más rato en el parque, o no comprende por qué hoy, precisamente hoy, tenemos prisa en el súper con lo mucho que le gusta a él jugar en el carrito, o quizás él quería comprar cereales y nosotros sólo hemos entrado a por detergente. Pararnos a escuchar qué es lo que quiere o necesita (quizás sea cierto que se han acabado los cereales), así como explicarle con antelación que hoy vamos corriendo porque tenemos médico, o peluquería, o enseñarle un reloj y explicarle a qué hora dejaremos el parque puede ahorrarnos un mal rato a los dos.



El niño necesita descargar o liberar tensiones, miedos o frustraciones presentes o pasadas.

Muchas veces los niños “aprovechan” cualquier mínimo detalle para entrar en una rabieta. Puede ser que estén enfadados o angustiados por cualquier otra cosa y la situación actual sólo sirva de detonante.


Celos infantiles
La mayoría de los investigadores afirman que los celos infantiles no aparecen antes del primer año y medio de la vida,(18 meses) prolongándose durante toda la primera infancia hasta alrededor de los siete años.

Los celos son sentimientos de envidia y resentimiento hacia otra persona que se supone obligada a prestarnos atención y no lo hace. Constituyen una reacción emotiva próxima a la ansiedad.

En la familia, la rivalidad entre los hermanos por conseguir el afecto y la atención de los padres suele ser el principal y primer motivo de celos.

Las fuentes de este sentimiento pueden ser reales (particularmente cuando los padres establecen comparaciones diferenciadoras entre sus hijos, que comportan una agravio comparativo para uno de ellos ) o imaginarias (cuando el niño atribuye o malinterpreta la valía y/o intención de sus padres, hermanos o compañeros).

Los celos son un estadio relativamente normal que hay que superar y no tienen importancia sin son circunstanciales y pasajeros, pero hemos de prestarles atención cuando alteren la convivencia y el desarrollo normal del niño o sean persistentes y no remitan pasados los cinco años de edad. 

Si se perpetúan pueden conducir a un desarrollo anómalo de la personalidad, apareciendo síntomas muy diversos, como agresividad incontrolada, manifiesta inseguridad, regresión y desajuste en la relaciones interpersonales (desconfianza, terquedad y envidia ).

Líneas de intervención
Prevención: Es el medio más sencillo, natural y eficaz de avitar la reacción celosa.



Fortalecer la autoconfianza del niño, así como el sentimiento de seguridad personal evitando hábitos de comparar afectos, pertenencias, capacidades., (declarados o solapados).


Educación de la afectividad basada en la cooperación, la confianza en los demás, el altruismo y en una visión positiva de las relaciones humanas y ofreciendo modelos familiares consecuentes.


Modificación de conducta : reforzando conductas positivas e incompatibles con la reacción de celos e ignorando las inadecuadas.


Reatribución cognitiva : Ayudar a discriminar y comprender las verdaderas causas de los problemas y de los éxitos, de los afectos y las reprimendas. Esto se consigue con técnicas específicas pero también a través del diálogo razonado y de la coherencia de nuestras actuaciones.

Aunque el tratamiento siempre se producirá en la familia, puede resultar necesaria la intervención orientadora de un especialista.

Causas





El nacimiento de un hermano / favoritismos y preferencias de los padres/ la excesiva dependencia o necesidad de uno de los padres por parte del niño/ sentimiento de inseguridad e inadaptación del niño.

No le es facil al niño compatir a su madre ni con el padre ni con el hermano,pero con este último le es más dificil porque es más parecido a él.

Tanto en el caso de las rabietas como en una situación de celos la actitud de los padres es fundamental para afrontar el problema, ya que deben saber encontrar el equilibrio que le permita al niño controlar sus celos con respecto, por ejemplo, a un hermano mayor, y trasmitir al pequeño unos hábitos y límites para favorecer su autoestima y autocontrol.


VÍDEO SOBRE CELOS



Los vídeos educativos enriquecen las capacidades de los niños, es bueno que tras ver el vídeo, los padres hablen con sus hijos de lo que han visto y a las conclusiones que han llegado.

http://www.vivaconsalud.es/rabietas-celos-ninos
http://personal.redestb.es/jalon/docus/oricelos.doc
http://proyectomaterna.es/para-leer/crianza/las-rabietas-infantiles-o-como-comprender-lo-incomprensible/
http://www.quadernsdigitals.net/datos_web/hemeroteca/r_1/nr_428/a_5886/5886.html