Los niños pequeños también se estresan y tienen muchas formas de manifestarlo, entre ellas las manías o malos hábitos utilizados como un escape a esa ansiedad propia de su crecimiento
Los niños de 3 ó 4 años no siempre encuentran la manera de expresar sus emociones, las reprimen verbalmente pero a través de las manías descargan toda su ansiedad. En algunos casos desaparecen con el tiempo, aunque siempre existe la posibilidad de encontrar nuevas costumbres o malos hábitos corregidos en la medida que puedan detectarse.
Algunos niños superan los malos hábitos en la medida que aprenden a manejar su ansiedad, pero en otros pequeños se arraiga en como parte de su personalidad y aparecen espontáneamente no solo en momentos estresantes sino en los de total sosiego
Son consideraras como ejemplos de manías: Querer comer siempre en el mismo plato, tener los juguetes colocados siempre en la misma posición, usar una taza en especial y negarse a tomar la leche si es en otra donde se les sirve.
En el libro “Quien ama educa” de Icami Tiba, (Alfaguara, 2009, Buenos Aires) aparecen una serie de consideraciones sobre buenos y malos hábitos en la educación de los hijos.
- Hacer por ellos lo que pueden hacer solos.
- Aguantar molestias, respuestas groseras, faltas de respeto a los demás.
- Permitir que el niño imponga constantemente su voluntad.
- No contrariarlo para no “soportar” un escándalo o rabieta.
- Dejar que gaste toda su mesada en golosinas.
- Repetir muchas veces la misma orden.
- Hacer caso omiso de la basura que deja en el suelo, el desorden en el cuarto, etc.
- Aceptar calificaciones bajas, tareas mal hechas y otras indisciplinas.
- Delegar en tercero la educación de los hijos.
Lo que SI debemos hacer en referencia a la crianza de los niños:
• Practicar la atención integral: detenerse, escuchar, ver, pensar, actuar. No actuar siempre “por impulso”.
• Respetar a los hijos como seres pensantes, sensibles, creativos, alegres, juguetones y esencialmente buenos.
• Ser consecuentes en los comportamientos y enseñanzas. Evitar transformar un no en un sí.
• No imponer castigos sino consecuencias que generen aprendizajes (en lugar de dejarlo encerrado en el cuarto porque no ordena, regalar el juguete a un niño pobre.
El acto de no ordenar tiene una consecuencia. El niño decide si ordena o acepta la consecuencia).
• Hacer cumplir los derechos y obligaciones de todos los miembros de la familia.
Transmitir que la familia es un equipo donde todos deben aportar para el buen funcionamiento del conjunto.
• Hacer valer el principio de la ciudadanía familiar:
→ Nadie puede hacer en casa lo que no podría hacer en la sociedad.
→ Todos tienen que practicar en casa lo que hacen en la sociedad.
→ Cuidar la tierra como si fuera la propia casa.
http://www.mundobebeweb.com/buenos-y-malos-habitos-en-la-educacion-de-los-hijos/notas_1852/
http://www.cuidadoinfantil.net/manias-infantiles.html
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